jueves, 10 de julio de 2008

Paso N° 1 Busque Ayuda


1. BUSQUE AYUDA.

Qué significa

El primer paso en la búsqueda de ayuda puede implicar desde la consulta de un libro pertinente en la biblioteca (lo cual puede requerir una enorme cantidad de coraje; ¡una se siente como si todo el mundo estuviera mirando!) hasta concertar una cita con un terapeuta. Puede significar una llamada anónima a una línea de emergencia para hablar de lo que usted siempre se esforzó tanto por mantener en secreto, o ponerse en contacto con una agencia de su comunidad que se especialice en la clase de problemas que usted enfrenta, ya sea co-alcoholismo, una historia de incesto, una pareja que la golpea, o lo que sea. Puede significar averiguar dónde se reúne un grupo de autoayuda y reunir el coraje para asistir, o tomar una clase a través de la educación para adultos, o ir a un centro de asesoramiento que se ocupe de su tipo de problemas. Incluso puede significar llamar a la policía. Básicamente, buscar ayuda significa hacer algo, dar el primer paso, extender la mano. Es muy importante entender que buscar ayuda no significa amenazar a su pareja con el hecho de que usted está pensando en hacerlo. Un movimiento así, por lo general, es un intento de chantajearlo para que se corrija de modo que usted no tenga que exponerlo públicamente como la pésima persona que es. Déjelo fuera del asunto. De otro modo, buscar ayuda (o amenazar con hacerlo) será apenas un intento más de manejarlo y controlarlo. Trate de recordar que está haciendo esto por usted.


Qué requiere el hecho de buscar ayuda

Para buscar ayuda usted debe abandonar, al menos en forma temporaria, la idea de que puede arreglárselas sola. Debe enfrentar la realidad de que, con el tiempo, las cosas empeoraron en su vida en lugar de mejorar y comprender que, a pesar de sus mejores esfuerzos, usted no es capaz de resolver el problema. Eso significa que debe sincerarse consigo misma sobre su verdadera situación. Lamentablemente, esta sinceridad sólo nos llega cuando la vida nos ha dado un golpe o una serie de golpes tan grandes que hemos caído de rodillas y jadeando. Como en general ésa es una situación temporaria, en cuanto podemos volver a funcionar tratamos de reanudar donde habíamos interrumpido: siendo fuertes, manejando, controlando y haciéndolo todo solas. No se conforme con el alivio temporario. Si empieza leyendo un libro, entonces necesita dar el paso siguiente, que tal vez sea ponerse en contacto con algunas de las fuentes de ayuda que ese libro recomienda.
Si concerta una cita con un profesional, averigüe si esa persona entiende la dinámica de su problema en particular. Si, por ejemplo, usted ha sido víctima de un incesto, alguien que no tenga entrenamiento especial ni sea experto en esa área no le será tan útil como alguien que conozca aquello por lo que usted ha pasado y cómo puede haberla afectado.
Vea a alguien que sea capaz de formular preguntas sobre la historia de su familia, similares a las planteadas en este libro. Es probable que usted desee saber si su potencial terapeuta está de acuerdo con la premisa de que amar demasiado es una enfermedad progresiva y acepta el tratamiento esbozado aquí.
Mi fuerte inclinación personal es que las mujeres deben tener consejeras mujeres. Nosotras compartimos la experiencia básica de lo que es ser mujer en esta sociedad, y eso crea una profundidad especial de comprensión. Además, podemos evitar los juegos de hombre-mujer casi inevitables que podríamos vernos tentadas a jugar con un terapeuta hombre o que, lamentablemente, él podría verse tentado a jugar con nosotras.
Pero el hecho de consultar a una mujer no basta. Esa mujer también debe tener conciencia de los métodos más efectivos de tratamiento, según los factores que estén presentes en su historia, y estar dispuesta a derivarla a un grupo de apoyo apropiado, o más aun, a hacer que la participación en tal grupo sea un elemento obligatorio del tratamiento.
Por ejemplo, yo no asesoro a alguien que es co-alcohólica a menos que ingrese a los grupos de familiares de alcohólicos. Si después de varias visitas se muestra renuente a hacerlo, llego a un acuerdo con ella de que sólo volveré a atenderla si decide hacerlo, pero no de otro modo. Mi experiencia me ha enseñado que sin participar en esos grupos, los co-alcohólicos no se recuperan. En cambio, repiten sus patrones de conducta y continúan con sus formas alteradas de pensar, y la terapia sola no basta para cambiar eso. Sin embargo, con la terapia y dichos grupos de apoyo, la recuperación se produce con mayor rapidez; estos dos aspectos del tratamiento se complementan muy bien.
Su terapeuta también debe requerirle que usted ingrese a un grupo de autoayuda que sea apropiado para usted. De otro modo, es posible que ella le permita quejarse de su situación sin requerir que usted haga todo lo que pueda para ayudarse.
Una vez que encuentre una buena terapeuta, debe permanecer con ella y seguir sus recomendaciones. Nadie cambió nunca un patrón de toda la vida solamente con una o dos visitas a un profesional.

Buscar ayuda puede requerir gastar dinero, o no. No hay correlación entre el terapeuta más caro y el tratamiento más eficaz. Lo que usted busca es alguien que tenga experiencia y pericia, y que sea una persona con la que usted se sienta cómoda. Confíe en sus propios sentimientos y esté dispuesta a ver a varios terapeutas, si es necesario, hasta poder encontrar al más adecuado para usted.
No es imprescindible que usted inicie específicamente la terapia para recuperarse. De hecho, ver a un terapeuta que no es el apropiado puede hacer más daño que bien. Pero alguien que entienda el proceso de enfermedad que implica el amar demasiado puede ser una ayuda inapreciable para usted.

Buscar ayuda no requiere que usted esté dispuesta a poner fin a su relación actual, si la tiene. Tampoco es necesario que lo haga en ningún punto del proceso de recuperación. A medida que siga estos pasos, del uno al diez, la relación se encargará de sí misma. Cuando las mujeres vienen a verme, a menudo quieren dejar su relación antes de estar listas, lo cual significa que volverán o bien empezarán una nueva e igualmente infeliz. Si siguen estos diez pasos, cambia su perspectiva de quedarse o marcharse. Estar con él deja de ser El Problema, y abandonarlo deja de ser La Solución. En cambio, la relación se convierte en una de las muchas cosas a tener en cuenta en el cuadro general de su manera de vivir.


Por qué es necesario buscar ayuda

Es necesario porque usted ya se ha esforzado mucho y, a la larga, ninguno de sus mejores esfuerzos ha dado resultado. Si bien pueden haberle dado ocasionalmente alivio temporario, el cuadro general muestra un deterioro progresivo. Aquí la parte engañosa es que usted tal vez no se dé cuenta todo lo mal que se ha puesto la situación porque, sin duda, tiene un alto grado de negación funcionando en su vida. Esa es la naturaleza de la enfermedad. Por ejemplo, mis pacientes me han dicho incontables veces que sus hijos no saben que algo anda mal en casa, o que sus hijos no se despiertan con las peleas nocturnas. Este es un ejemplo muy común de la negación autoprotectora. Si estas mujeres enfrentaran el hecho de que sus hijos están sufriendo de verdad, se verían abrumadas por la culpa y los remordimientos. Por otro lado, su negación les hace muy difícil ver la gravedad del problema y buscar la ayuda necesaria.
Dé por sentado que su situación es peor de lo que usted se permite admitir actualmente, y que su enfermedad está avanzando. Comprenda que necesita tratamiento adecuado, que no puede hacerlo sola.

Qué implica buscar ayuda

Una de las implicaciones más temidas es que la relación, si la hay, pueda terminar. De ninguna manera es necesariamente verdad, aunque, si usted siguiera estos pasos, le garantizo que la relación mejorará o terminará. Ni la relación ni usted serán las mismas.

Otra implicación temida es develar el secreto. Una vez que una mujer ha buscado ayuda con sinceridad, rara vez se arrepiente de haberlo hecho, pero el miedo previo puede ser monumental. Ya sea que los problemas que vive una mujer dada sean desagradables e inconvenientes o gravemente dañinos o incluso constituyan una amenaza para su vida, ella puede decidir buscar ayuda o no. Es la magnitud de su miedo, y a veces también de su orgullo, lo que determina si buscará ayuda, y no la gravedad de sus problemas.
Para muchas mujeres, buscar ayuda ni siquiera parece una alternativa; hacerlo les parece correr un riesgo innecesario en una situación ya precaria. "No quería que él se enfadara" es la respuesta clásica de la mujer golpeada cuando se le pregunta por qué no llamó a la policía. Un profundo miedo de empeorar las cosas, irónicamente, la convicción de que aún puede controlar la situación de alguna manera evitan que recurra a las autoridades, o a otros que podrían ayudarla. Esto también se da en una escala menos dramática. Es posible que una esposa frustrada no quiera agitar cosas porque la fría indiferencia de su esposo "no es tan mala". Se dice a sí misma que básicamente es un buen hombre, que no tiene muchas de las características indeseables que ella ve en los maridos de sus amigas, y por eso tolera una vida sexual inexistente, la actitud desalentadora de su esposo hacia cada entusiasmo suyo, o su concentración en los deportes durante todo el tiempo que están juntos. Eso no es tolerancia por parte de ella. Es falta de confianza en el hecho de que la relación pueda sobrevivir Á su renuencia a seguir esperando pacientemente la atención de él, que nunca llega y es, más precisamente aun, una falta de convicción de que ella merezca más felicidad de la que tiene. Este es un concepto clave en la recuperación. ¿Usted merece algo mejor que sus circunstancias actuales? ¿Qué está dispuesta a hacer para mejorar su propia situación? Comience por el principio, y busque ayuda.

Ve con la corriente.


Deja ir el miedo y tu necesidad de control. Despójate de la ansiedad. Déjala que se escurra, mientras te zambulles en el río del momento presente, el río de tu vida, tu sitio en el universo. Deja de tratar de forzar la dirección. Trata de no nadar contra la corriente, a menos que esto sea necesario para tu supervivencia. Si te has estado aferrando a una rama de la orilla, suéltala. Déjate ir hacia delante. Déjate que se te lleve hacia delante. Evita los rápidos cuando sea posible. Si puedes, permanece relajado. Hacerlo, te puede llevar seguro por las fieras corrientes. Si te hundes por un momento, permítete subir a la superficie de manera natural. Lo harás.Aprecia la belleza del paisaje, tal como es. Ve las cosas con frescura, con novedad. ¡Nunca volverás a pasar por el paisaje de hoy!No pienses demasiado en las cosas. La corriente es para que la experimentes. Dentro de ella, cuídate a ti mismo. Tú eres parte de la corriente, una parte importante. Trabaja con la corriente, trabaja dentro de la corriente. No es necesario patalear. Deja que la corriente te ayude a cuidarte a ti mismo. Déjala que te ayude a fijar límites, a tomar decisiones y a llevarte a donde necesites estar cuando sea tiempo de ello.Puedes confiar en la corriente, y en tu parte dentro de ella.
Hoy me dejaré ir con la corriente.


Meditaciones Diarias - Melodie Beattie

"Mujeres que Aman Demasiado" Grupo de Autoayuda


Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado.
Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas íntimas son acerca de él, de sus problemas, sus ideas, sus sentimientos, y cuando casi todas nuestras frases comienzan con "él...", estamos amando demasiado.
Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su terapeuta, estamos amando demasiado.
Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que lo ayudarían a él, estamos amando demasiado.
Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y características básicas, pero las soportamos con la idea de que, si tan sólo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, él querría cambiar por nosotras, estamos amando demasiado.
Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso, quizá, nuestra salud e integridad físicas, sin duda estamos amando demasiado. A pesar de todo el dolor y la insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia tan común para muchas mujeres que casi creemos que es así como deben ser las relaciones de pareja. La mayoría de nosotras hemos amado demasiado por lo menos una vez, y para muchas de nosotras ha sido un tema recurrente en nuestra vida. Algunas nos hemos obsesionado tanto con nuestra pareja y nuestra relación que apenas podemos funcionar como personas.